jueves, 1 de enero de 2009

LAS VOCES INFINITAS

No perturbes el sueño
con su avío,
su siembra,
sus dólmenes,
sus dogmas,
su fervor de verbena,
de paraíso intacto,
de arcilla,
de arboleda.
La inquietud no se fuga
como el humo sumiso
ni alimenta los pájaros
que profanan el viento,
el pan deliberado,
las semillas amargas,
los insectos,
el fuego.

El tiempo
que es monarca,
mendigo y alfarero
fatiga con sus grillos
el tedio de los puentes,
la pulpa del ocaso,
su secreto más hondo,
la íntima memoria
de lejanas batallas
libradas contra el miedo.
Es el dolor de ser,
de perpetuarse
en el leve linaje de la espiga,
en el áureo
retablo de los días
y su bagaje de voces infinitas.
Ana María Garrido

3 comentarios:

©Claudia Isabel dijo...

Ana María, por intermedio de mi amigo poeta Héctor de Puerto Rico, llegué hasta tu poesía. Un verdadero gusto poder leerte.
Te invito a que visites "La perla de Janis"
www.laperladejanis.blogspot.com
Un abrazo

HÉCTOR LUIS RIVERO LÓPEZ dijo...

Pues que bien, aqui estamos y aquí coincidimos. Bravo por ese verde. Ya te pongo en mis enlaces y en los enlaces de todos esos buenos poetas amigos como un abrazote grande e infinito...
Cariños
Héctor L. Rivero

Casilda vive¡ dijo...

SENCILLAMENTE ... HERMOSO